En cuanto a líneas de expresión se refiere, la toxina botulínica es el tratamiento de elección. Con esta técnica tratamos, y además prevenimos, la formación de arrugas profundas faciales.
El procedimiento consiste en inyectar pequeñas dosis de dicha toxina en puntos previamente estudiados del paciente.
El tratamiento suele ser de media hora y es perfectamente tolerable.
El ácido hialurónico permite tratar desde pequeñas arrugas (líneas del código de barras, patas de gallo) hasta formar volúmenes (pómulos, relleno de labios, contorno facial), así como también mejorar el aspecto e hidratación de la piel.
Este tratamiento está prácticamente exento de reacciones alérgicas, ya que no es obtenido de animales.
Los resultados son inmediatos y la duración del producto va más allá del año, dependiendo de factores individuales.
Los peelings médicos permiten mejorar el aspecto de la piel (manchas, acné e imperfecciones). Se usan diferentes tipos de químicos al igual que también medios físicos como láser.
El tratamiento dependerá del grado de envejecimiento facial.
La principal indicación de esta técnica es la flacidez facial y, sobre todo, la de cuello. Es el tratamiento de elección para rejuvenecimiento en época de verano, ya que el cuidado requerido es mínimo.
La luz pulsada intensa (Intense Pulsed Light) ha sido durante muchos años el tratamiento más utilizado para la eliminación de manchas y rojeces.
Actualmente, las nuevas tecnologías (como la plataforma Harmony XL) han permitido mejorar los resultados así como también reducir los efectos negativos.
La sesión es bien tolerada y su tiempo de duración es de media hora para cada zona (cara, cuello, escote); sin embargo recomendamos realizarla a partir de otoño, ya que requiere mayores cuidados.
Para aquellas personas que no deseen someterse a cirugía, los hilos tensores son una válida alternativa.
El tratamiento consiste en inyectar hilos de sutura reabsorbibles, ya sean espiculados o no. El número de hilos dependerá del grado de envejecimiento de cada paciente.